Homilía: No estamos solos

Nota: Después de mucho retraso, estoy publicando el 6 de mayo de 2024, esta homilía dominical cuando estaba como diácono en la Iglesia Católica de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens, California, al lado de Long Beach.

Centrada en Juan 14:15-21, la di una vez el 14 de mayo de 2023, probablemente para la Misa e las 2. Jesús quiere llenar esa soledad dolorosa que hay en nosotros, pero ¿le diremos que sí?

Lección: no estamos solos. Jesús está con nosotros.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor http://www.DeepL.com/Translator

Dios bendiga a ustedes.

Aquí tiene la homilía:

Aquella noche, me encontré muy solo.

Hace más de veinte años, hice prácticas en un periódico durante el verano en Massachusetts.

Mis hermanas llevaron mis cosas, cenamos en un restaurante y me dejaron en mi apartamento.

Aquella noche, me encontré muy solo. Casi nunca lloro. Pero aquella soledad me hizo llorar mucho.

Me dije: “Estoy solo”.

Aquella fue la noche más larga y triste de mi vida.
Cuento esta historia por las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy.

Jesús dice: “No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes”.

Pero todos nosotros andamos a veces como si fuéramos huérfanos espirituales. El mundo de hoy revela nuestra profunda soledad.

Nos sentimos no queridos y no comprendidos. Aunque queremos amistades y contactos profundos, nos escondemos al primer indicio porque tenemos miedo de que nos hagan daño. Creemos que tenemos que hacer las cosas solos porque no hay nadie que nos ayude.

El mundo no ofrece ninguna solución para nuestra soledad. Ofrece soluciones rápidas que nunca duran: alcohol, juego, sexo, drogas, comida, compras, redes sociales y mensajes de texto. Ocultan la soledad, pero no la eliminan.

Sin embargo, Jesús nos dice que no somos huérfanos. Dios nos ha amado, nos está amando y nos amará para siempre. La Trinidad nos ama incondicionalmente y quiere habitar en nosotros.

Dios sólo espera nuestra respuesta de sí. Sí, le permitimos entrar. Sí, le seguimos.

Nuestra necesidad de responder está en la primera línea del Evangelio de hoy. Jesús dice: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos”.

Permanecer en el amor de Dios requiere que estemos unidos a él en nuestras acciones y pensamientos. Debemos revestirnos de la mente de Cristo. Por tanto, debemos cumplir sus mandamientos.

Un ejemplo es enchufar un aparato a una toma de corriente. Sólo hay una manera de enchufarlo. Si nos equivocamos, no hay corriente.

Del mismo modo, cuando no seguimos los mandamientos de Dios, desconectamos el enchufe de la toma de corriente divina. No hay amor en nosotros.

Dios nos da las gracias para decirle que sí. Pero debemos decir sí y actuar en consecuencia. No somos huérfanos. Digamos hoy sí a Dios y sigámosle. Descubriremos que Él ya habita en nosotros. No estamos solos. No somos huérfanos. Somos amados porque Dios está con nosotros.

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